En la sesión nº13, vimos un video sobre "O Pelouro" un colegio concertado en Pontevedra. Teresa Ubeira fundó junto a su marido, Juan Llauder, este centro gallego pionero en la integración de niños con problemas psicológicos y emocionales
Su forma de enseñanza fomenta en cada momento las habilidades clave para ser una persona consciente y activa consigo mismo y el mundo que nos rodea: empatía, creatividad, resolución de problemas, liderazgo compartido o trabajo en equipo.
Su modelo “Interactivo-Intersectivo” de educación gira alrededor del niño como protagonista. Se desarrolla a través de proyectos centrados en su identidad y en la búsqueda de sus pasiones y talento. En ver el mundo y comprometerse para mejorarlo. Además, es un proceso que vive en conjunto con otros niños y niñas de distintas capacidades.
O Pelouro es una escuela para todos. Tras sus muros de piedra hay espacio para los niños con autismo, síndrome de Asperger o Down, pero también para los superdotados o los considerados 'normales'. Es una escuela donde “poder ser uno y poder ser con otros”, un lugar donde “vivir la diversidad”.
Detrás de este sistema que no entiende de aulas al uso, hay un estricto rigor científico. Aquí no hay hora de matemáticas o lengua, pero se aprenden esas asignaturas y muchas otras. Se trabaja la expresión social, relacional y emocional.
La voluntad de aprender
Parte del secreto del éxito radica en lograr “encender la chispa del querer aprender”. En O Pelouro no existe el fracaso. “Se acompaña al niño en el proceso de aprendizaje”, explica Teresa. De la mano de los diez profesores que componen el equipo, sus 80 alumnos van construyendo su propio yo. “Cuando le dejas a un niño un pensamiento libre, todo es posible”.
Esta infomación sacada de: https://www.elplural.com/10-anos/o-pelouro-la-demostracion-de-que-existe-otra-forma-de-educar_26225102
La intención de los fundadores de promover una educación en la que la función principal sea buscar y conseguir la interacción con otras personas que tienen dificultades y capacidades diferentes a las tuyas y no excluir por ello, ha sido destacable. El hecho de saber tratar con todos los alumnos también, pero es verdad que Teresa Ubeira y Juan LLaunder especialistas en pedagogía y psiquiatría respectivamente, por tanto, saben cómo tratar y crear un ambiente cómodo para convivir y aprender con personas con problemas con la comunicación y la interacción sociales, y conductas o intereses restrictivos o repetitivos como puede ocurre en el TEA o con desafíos tanto mentales como físicos como ocurre en el Síndrome de Down, ambos pueden estar más o menos avanzados y requerir mayor o menos implicación. Además hay 1 profesor por cada 8 alumnos, por tanto tienen más tiempo para detenerse y prestar atención a las necesidades del alumnado. Cuando en un colegio o instituto público existe un profesor por cada 20,25 o 28 alumnos, lo que reduce el tiempo que puede dedicar el profesor a cada uno de ellos.
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